martes, 21 de junio de 2011

Apuntes breves de historia: el Señor de las Pirámides.



Si le pregunto por “el Señor de las Pirámides”, supongo que surgirán los nombres de los faraones de Guiza: Keops, Kefrén o Mikerinos.
Sin embargo, lo que voy a contar es una historia anterior, la del padre de Keops. La historia del  faraón Snefru.
Espero que le interese.

Snefru fue el primer faraón de la dinastía IV, y reinó durante 35 años. En ese tiempo realizó un esfuerzo constructor sin precedentes, que ni siquiera sus descendientes pudieron igualar. Hay un dato que lo dice todo: Keops construyó un volumen de 2,5 millones de m3. Kefren, su hijo, construyó el equivalente a 2,2 millones. Snefru superó los 3,5 millones, más que ningún otro monarca de la antigüedad. Un dato más: si sumáramos la altura de lo construido por Snefru durante su reinado, llegaríamos a los 300 metros, frente a los 146 de la pirámide más alta, la Gran Pirámide de Keops.
En definitiva, Snefru tiene una historia épica que merece ser contada, y que comienza en los primeros años de su reinado.




Snefru terminó una pirámide escalonada que había iniciado su padre, Huny, y le dio unas dimensiones fabulosas: 92 metros de altura, la mayor estructura humana jamás edificada. No contento con este hito, decidió recubrirla de piedra para darle una forma de verdadera pirámide. Pero las piedras calizas de color blanco que revestían la pirámide, al no tener una sustentación suficiente se desprendieron, llevándose consigo parte de la estructura. Fue un auténtico desastre. Snefru reaccionó enseguida con una determinación sorprendente: iba a empezar de cero.
Quiso construir desde el principio una pirámide de caras lisas, y que fuese el doble de grande. En Dashur comenzó la construcción de un monumento único: la conocida como “pirámide acodada”

Esta inmensa pirámide iba a medir 125 metros, con una inclinación de sus caras de 580. Sin embargo, Snefru pecó de ambicioso, y quiso elevar la pirámide aún más, y en las últimas fases quiso añadir 3,5 metros a la altura total, rebajando la inclinación a 540. Fue una decisión equivocada, que enseguida provocó grietas y derrumbes por el excesivo peso. Los constructores se enfrentaban a un colapso total de la estructura. Finalmente, a la desesperada, la pirámide sólo pudo acabarse rebajando la inclinación en su mitad a 430, para así rebajar la carga de los bloques exteriores y evitar el derrumbamiento total.


Al final, la pirámide ofrece un aspecto extraño, de pirámide acodada con una doble pendiente. Su altura final se quedó en unos “humildes” 101 metros. La mayor altura alcanzada por el hombre.

Snofru demostró una vez más su temple ante la adversidad. Había construido las dos mayores edificaciones de la historia, pero no estaba conforme. Con ánimo, inició la construcción de una tercera pirámide: la pirámide roja.




Tuvo la precaución de elegir un suelo más firme para evitar que el peso de la pirámide provocara problemas estructurales, y rebajó la inclinación a unos modestos 430, lo que aseguró su estabilidad.
Fue un éxito. La pirámide se acabó en vida de Snefru. Mide 104,40 metros y es la primera pirámide con caras lisas construida por el hombre. Era, una vez más, la mayor altura alcanzada por la humanidad.
En la tercera cámara funeraria se encontraron los huesos de un hombre. Se supone que pertenecían a Snefru.
“El señor de las pirámides”

En este link puede disfrutar de un documental sobre snefru
http://www.dondocumentales.com/2011/01/los-soberanos-de-egipto-snefru-el-rey.html

Antonio Carrillo

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