miércoles, 8 de junio de 2011

Breve apunte de ciencia 1: la sonrisa de Duchenne



Cuantas sonrisas hay?

Según Paul Ekman, el psicólogo que las ha estudiado de manera más exhaustiva, al menos 18. Son el producto de las combinaciones de 15 de los 200 músculos que tenemos en el rostro.

La más importante y conocida es la llamada "sonrisa de Duchenne", que recibe su nombre del médico francés del siglo XIX Guillaume Duchenne. Es una sonrisa que se inicia en el sistema límbico, la zona del cerebro que regula las emociones. Un lugar que no podemos dominar desde la razón.

Las emociones ordenan a los ganglios basales que emitan un impulso hacia el rostro, que afecta principalmente a los músculos cigomático mayor y menor, situados cerca de la boca.  Esta contraccion eleva la comisura de los labios, que retroceden. También se ve afectado el músculo orbicular, cercano a los ojos. Las mejillas se elevan y aparecen arrugas alrededor de los ojos. Es una sonrisa que dura más tiempo, y que tarda más en desaparecer.

Los niños reconocen esta sonrisa, y no se puede reproducir a voluntad sin un largo entrenamiento. Es espontánea, porque resulta difícil contraer a voluntad el músculo orbicular.

En la sonrisa de Duchenne se sonríe con los ojos.

¿Sabría usted distinguir esta sonrisa? Le propongo que entre en esta página de la BBC y realice un test:



Por el contrario, la sonrisa social o profesional tiene su origen en la corteza cerebral, en la zona que rige la razón. Es una sonrisa que demuestra nuestro agrado hacia alguien o hacia algo, y juega un importante papel en las relaciones sociales. No es espontánea, pero ello no le quita importancia.

Acabo citando la más sórdida de las sonrisas. La "sonrisa sardónica".

Supongo que le sorprenderá saber que la sonrisa sardónica tiene un origen patológico. La terrible enfermedad del tétanos, producida por una toxina de la bacteria Clostridium tetani, que afecta al sistema nervioso y muscular; en concreto a los músculos del cuello y de la cara (maseteros). Bajo una enorme tensión, los músculos del rostro se contraen mostrando los dientes, con el cuello extendido y rígido. Es una visión horrible la de esta sonrisa sin humor, una mueca terrible que, al parecer, también se produce por envenenamiento con estricnina. Precisamente, la crueldad ha quedado asociada a este tipo de sonrisa sin humor, a esta mueca desagradable y vacía de calor.

Si está pensando en ponerse la vacuna contra el tétanos, sepa que la toxina no afecta a los nervios sensitivos ni la función cortical. El paciente se mantiene perfectamente consciente en todo momento, sufriendo espasmos y un dolor insoportable. Los espasmos son tales que los músculos pueden desagarrarse y pueden sufrirse fracturas. Y, en ocasiones, sobreviene la muerte.

Vacúnese, y póngase la vacuna de refresco cada 10 años. No duele; y hay un millón de casos de tétanos al año en el mundo.

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